En estos últimos dias hemos vivido varias situaciones que, cara a la opinión pública, han vuelto a poner de relieve el eterno dilema del "morir dignamente".

Friamente , uno se pregunta, como estas dos palabras puedan conjugarse, teniendo en el fondo un significado tan distinto. Primero fueron las dos peliculas, Million Dollar Baby y Mar adentro que en este año han abierto de nuevo el debate, que se ha visto reforzado por los casos de la Sra. Schiavo, El príncipe Rainiero de Mónaco y Juan Pablo II.

¿Es lícito acabar con la vida de alguien por el mero hecho de que al espectador le cueste asimilar esa situación?¿Es igualmente ético dejar sufrir a una persona amparandonos en criterios religiosos?.

Seguramente habrá cientos de argumentos válidos para cualquiera de las dos opciones y por tanto, la respuesta a este debate, deberiamos darla desde nuestros adentros, aplicándo su respuesta a que, una hipotética situación personal nos llevase a una situación similar, a la de los casos significados.

Que fácil és opinar en nombre de otros y más cuando estos no son tan siquiera familia, amigos....
Hablando en primera persona, esta situación ha hecho que tome la decisión de redactar mi testamento vital, un documento en el cual expresar que BAJO NINGÚN CONCEPTO, quiero "vivir" (no creo que defina nada bien esa situación) en las condiciones en las que he visto por televisión a la sra Schievo, al Papa Juan Pablo II y a tantos otros.

Es necesario tomar conciencia y no traspasar a otros esta responsabilidad, que , presionados por entornos ultrareligiosos o demasiado liberales, hagan de su decisión, un sentimiento de remordimiento infinito.

En primera persona y ante todo el mundo proclamo mi deseo de morir en paz y dignamente, visto friamente, es lo único sobre lo que podemos tener una decisión clara, cuando llegue el dia, por favor, DÉJENME MORIR EN PAZ !!!.