a potencia comercial de las multinacionales norteamericanas han hecho que costumbres y tradiciones navideñas propias de nuestros lares sucumban ante la potencia del máqueting. Papa Noel, se ha tragado de una dentellada a nuestros Reyes Magos, la decoración lumínico-hortera de falso neón multicolor de su trineo y su tiro de renos ha eclipsado a las imágenes de los pajes y los camellos reales y el cargamento de oro, incienso y mirra y es que Santa Klaus tiene de su lado a Coca-Cola, "la chispa de la vida" y sus Mágicas majestades, como mucho, a la Casera, "que si no la tienes me voy". ¡Mal empezamos!.
He de admitir que al leer el titular de prensa, me ha venido a la cabeza lo peor pensando en otro encontronazo de los integrantes de la Casa Real y su í­ntimo amigo Chávez, quien disfrazado de barbialbino, panzudo rojo (para estas dos últimas no ha necesitado demasiada imaginación), había hecho realidad tanta amenaza y les había pegado un tiento, pero no.
Y es que Santa Klaus, como le conocen en centroeuropa, juega con la ventaja de llegar trece dí­as antes que sus majestades y ante la imposibilidad de cambiar la tradición histórica poca cosa les queda por probar mas que escojonarle el GPS al reno guía o pincharle las ruedas al trineo o a modo de tripartito coaligarse con el "tió" catalán y el "Olentzero" y entre los cinco prepararle una pinza al Papa Noel de cojones, anticipando lo que le puede pasar al PP el próximo mes de Marzo.