Mi abuelo se referia a una persona de calado, con gran crecimiento personal y profesional, con firmes convicciones como un árbol grande.


Reconozco que esa expresión siempre me habia llamado la atención y nunca como hasta ahora habia parado a pensar lo acertado de la descripción.

Fue en una reciente entrevista de trabajo que, no se muy bien porque motivo, me vino a la mente esa "mágica" expresión, desfilando ante mi un sinfí­n de sensaciones impulsadas por recuerdos y vivencias que me proporcionó aquel sabio personaje.

Él, mi abuelo, no era una persona ilustrada, si por ello se entiende de estudios. Su humilde origen le habia llevado , demasiado pronto, al duro mundo del trabajo, después de una guerra lo importante era subsistir y el sacó adelante a una familia de 8 miembros.

En su discurrir, ejerció de mil cosas, carpintero, conductor, boxeador profesional, etc. hasta terminar su ajetreada vida profesional en una empresa de reciente creación llamada Telefónica de España.

Yo soy la tercera generación en mi familia que trabaja en Telefónica, ya que además de mi abuelo, mi padre dedicó a esta empresa la nada despreciable cantidad de 43 años y mis vivencias, sentimientos etc. son los que voy a ir plasmando en este blog.

Saludos.