La necesidad de iniciar un proceso de paz, por parte de ETA, ante la imposibilidad manifiesta, después de los actos del 11M de perpetuarse en la violencia, ha conducido a la situación culminada ayer, con la declaración de 'alto el fuego', realizada al diario Gara.

Hoy se espera la segunda parte de la misma en donde debería concretarse el ofrecimiento y las bases para iniciar la composición de la mesa, que debe conducir este proceso al cese definitivo, con entrega de armas incluída, de la banda terrorista y por consiguiente, la normalización polí­tica e institucional de Euskadi.

España, como estado, tiene una tradición democrática mas bien escasa, en nuestra historia reciente, poco más de 25 años y es normal que el diálogo de la negociación, en toda su extensión y matices, sea dificilmente asimilable por quienes son herederos directos de esa derecha franquista, pero tambión por un PSOE, tan centralista y jacobino en sus formas, como ellos.

En nada ayuda al proceso, establecer de antemano condiciones para la participación en él, ¿no se han dado cuenta todaví­a que quién más ha arriesgado, en concesiones polí­ticas, al declarar la tregua ha sido la propia ETA?, la voluntad de llegar a acuerdos es lo que debe primar ahora, incluso la de respetar las decisiones de los pueblos, referentes a autodeterminación o independencia, siempre que se expresen en paz y dentro de los cauces que nos marca el sentido común y el respeto por las libertades ajenas.

Que Dios les ilumine a todos y que todo el proceso culmine con éxito, es mi deseo más ferviente.