De todo este asunto, relacionado con la financiación de ERC, a resultas de la noticia aparecida en prensa esta semana, deberiamos desligar lo que es propio de la confrontación polí­tica entre partidos (quien esté libre de culpa que lance la primera piedra) y en donde radica precisamente el problema de fondo, que es la financiación de los partidos y lo que de ello se deriva, el CLIENTELISMO de estos hacia quién les aporta sus recursos, quienes pagan sus 'sueldos'.
Después de un periodo de 30 años de democracia, no se ha sabido ' o no se ha querido' afrontar este tema de forma decidida, bien por miedo a perder situaciones de privilegio de los aparatos de los partidos o simplemente porque se han creido que eso puede perpetuarse en los tiempos.
Desde los casos de Filesa Malesa etc, hasta las donaciones anónimas y los chanchullos inmobiliarios del PP, pasando por los 3% denunciados de CiU, o la acumulación de cargos de responsables de ICV y los ahora denunciados de ERC, ponen de manifiesto hasta que punto la 'pilleria' propia del paí­s, está más preocupada a veces en aferrarse a ese sillón, que en servir a quienes les ponemos en él, los votantes.
La ley que debe afrontarse URGENTEMENTE es la que posibilite la financiación de los partidos polí­ticos de forma clara y transparente y nos ahorre a todos, un día ERC, al otro CiU, al otro PP y al otro PSC/PSOE, este triste espectáculo que sólo contribuye a generalizar la opinión de que todos son unos chorizos.
Seria tiempo de aclarar un poco las cosas, por el bien de la democracia en general y de los propios partidos políticos, en los que habrán gentes honestas también