Inmigrante recibiendo auxilio (foto 'el Pa�­s' 15-08-2006)
Estos días se está hablando de posibilitar el voto a los inmigrantes. Lo cierto es que no se ha precisado demasiado la 'oferta' o bien yo he andado un tanto distraido, sin embargo y por puro sentido común, hay en esa propuesta algo que no encaja.
Vaya por delante que tengo el pleno convencimiento de que el voto es la máxima expresión en un estado de derecho y necesariamente he de precisar que de ninguna manera lo estoy cuestionando, sin embargo estoy en contra de la propuesta.

Todo ser humano tiene unas necesidades que cubrir, eso lo definió perfectamente ya hace muchos años Abraham Maslow con su famosa teoria de la pirámide. Obviamente hay una serie de derechos que toda persona debe sentir satisfechas antes de poder plantearse siquiera el voto, (necesidades básicas como son las físicas, de vivienda, educación, etc.) la del voto debería ser una vez ,o a la vez, estas se viesen colmadas.

Quien difiera de esa opinión dirá que, ni tan siquiera los nativos del país tenemos cubiertas esas necesidades básicas en el 100% de los casos y tendrán razón, sin embargo no creo estemos hablando del mismo caso, por razones evidentes. De la idoneidad de plantear un tema de este calibre, quienes más favorables se muestran son los partidos de la izquierda (PSOE e ICV), a quienes una medida como esta les representaría un aumento de votos considerable en las hurnas.

Contrariamente a lo que se nos ha "vendido", la derecha política es quien ha posibilitado que desde el llamado 3er mundo seamos vistos como una tierra de oportunidades, como consecuencia de sus polí­ticas liberales que han generado un crecimiento económico sin precedentes, sin embargo quien va a capitalizar ese activo, una vez más, será el progresismo mostrando una visión de estrategia polí­tica fuera de toda duda. Los que han criticado al PSOE por el 'efecto llamada' deberían tener eso en cuenta, igual no es más que una parte de la estrategia que les llevará a una nueva mayoría absoluta caso de confirmarse.

Y mientras tanto los inmigrantes seguirán viviendo en cuchitriles, trabajado por miserias y sin ninguno de los derechos que identifican claramente a las sociedades avanzadas, pero que más dá, podrán ir votar cada 4 años, aunque no sepan ni por quién lo están haciendo.