Los efectos de la hambruna me revuelven las tripas, es indignante ver como cada día en los medios nos explican el volumen de recursos empleados en nuestro transporte público, en una iniciativa empresarial o en que demonios sé yo y al dar la vuelta a la cabeza, ver la desolada imagen de un niño de corta edad como el de la foto, que lo más posible esté viviendo ya sus últimos días a los pocos años de nacer, es un contraste que no debería existir.

Para aquel que busca los orígenes de los flujos masivos hoy ya, sur-norte, debería reflexionar sobre lo que le dice esa figura esquelética, esa mirada rendida a la realidad de que lo suyo y lo de su gente, no tiene remedio simplemente porque los demás, occidente, no queremos que lo tenga.
A mí, me parte el alma.

Se nos acusa con razón a los bien aposentados, de volver la vista ante un imagen tan dramática y tan triste y de forzar el olvido sobre esta situación. Nuestros dirigentes, de la misma manera, no aportan soluciones, como buscando la sensación que, cerrando los ojos dejara de existir , pero se necesita algo más que jugar a la gallinita ciega, para ponerle remedio.

Bien por cuestiones políticas, económicas o de intereses ocultos que a mi, particularmente se me escapan, a occidente le conviene que la situación no revierta, o al menos esa es la sensación que a mí me da, dejando a la conciencia social de cada uno, la posibilidad de un apadrinaje o una donación de esas, que nunca tienes la seguridad de que llegue a su destino.

Organizaciones no gubernamentales (ONG’s) como médicos sin fronteras, etc. colaboran en la solución puntual de desajustes provocados por causas extremas, guerras o desastres naturales, pero para solucionar definitivamente el tema del hambre, hacen falta menos inversiones en armamento, más sentido común y más solidaridad y colaboración con quien la necesita.

Por cierto el chaval de la foto bien podría llamarse José, así, poniéndole nombre igual lo sentimos más cercano y nos decidimos a portar nuestro granito de arena, visto que quien tiene que hacerlo, anda más preocupado en evitar que nos llegue tanta patera.