El cuarto poder.
En las democracias occidentales al periodismo se le conoce como “el cuarto poder” tras el Ejecutivo, Legislativo y el Judicial. La capacidad de la prensa para crear líneas de opinión, actuar como oposición al poder o como denunciante de realidades injustas lo ha convertido bastante a menudo en el objetivo de los tres poderes oficiales y en muchas ocasiones, como la única fuente de donde beber.
Casos como el Watergate, ponen de manifiesto el poder intrínseco de la investigación periodística provocando, en el entonces país más poderoso del mundo, junto a la extinta URSS, la dimisión de su presidente, el todopoderoso Richard Nixon.
Sucede también que, la de periodista es una profesión de riesgo. Dependiendo del compromiso adquirido con la verdad y la capacidad de resistencia al poder político y económico, el periodista se juega demasiado a menudo su integridad física, por aportarnos aquellos datos que hagan el contrapunto de la versión oficial.
El caso de la periodista rusa Anna Politkóvskaya, crítica con el régimen impuesto en Rusia por su líder Vladimir Putin, asesinada ayer, es sólo un caso más de tantos y tantos que se reproducen regularmente, por motivos diferentes aunque con el mismo origen, su contraposición al poder (político, económico, militar…).
La prensa en general, muestra una línea editorial, una opinión que podría definirse como afín a cualquiera de esos grupos de interés y el ruedo mediático, es una potentísima arma frente a la opinión pública, que más que réditos económicos, proporciona poder. Dependiendo del uso que de él se haga la calificaremos como prensa amarilla, expresión acuñada por William Randolph Hearts sobre quien Orson Welles coescribió el libreto de su película "Ciudadano Kane" o del concepto de prensa comprometida, normalmente independiente y en donde se encuadran periodistas como la desaparecida Anna.
En primera línea de guerra, o conflicto como los que estamos viviendo ahora en África u Oriente Medio, la muerte, el secuestro de reporteros constituye para los que lo llevan a cabo un acto propagandístico, de gran trascendencia mundial, señal más que evidente de la influencia de la prensa en la opinión mundial.
Anna ha sido la última de esas víctimas, pero antes que ella la lectura de esa extensa lista de compañeros periodistas asesinados, nos harán estremecer.
Más información:
- Barcelona 2004.org - Información. Poder y ética en el siglo XXI.
- La Jornada - Periodistas muertos 2004-2005.
- Tele 5 - Blog informativo.
- Informe RSF - Libertad de prensa 2005.
2 Responses to El cuarto poder.
Sr. EDP le recomiendo este link sobre el quinto poder. http://www.rebelion.org/medios/031017ramonet.htm
En síntesis dice " La globalización es también la globalización de los medios de comunicación y de información, y estos megagrupos (que los poseen) ya no se plantean como objetivo cívico el de ser un “cuarto poder” para corregir los disfuncionamientos de la democracia y perfeccionar así este sistema político. Ni desean ser un “cuarto poder”, ni tampoco se proponen de actuar como un contra-poder. Podríamos decir que si estos grupos constituyen un eventual “cuarto poder”, sería en el sentido de que ese cuarto poder se une, se añade, se suma a los otros poderes existentes –Legislativo, Ejecutivo y Judicial–, al poder político y al poder económico, para aplastar a su vez, como poder suplementario, al ciudadano.
Por consiguiente, la cuestión cívica que se plantea es: ¿Cómo resistir, reaccionar, cómo oponerse, frente a lo que fue durante mucho tiempo el único poder de los ciudadanos en oposición a los poderes dominantes? ¿Cómo resistir frente a la ofensiva de este nuevo poder que en cierta medida traicionó al ciudadano pasándose al adversario? Pienso que lo que se debería hacer es crear sencillamente un “quinto poder”. Un quinto poder que nos permita oponer una fuerza cívica ciudadana a esa nueva suma, a esa nueva alianza de poderes."
És cert Marcel·lí, el que diu Ramonet en el seu article. Fins i tot diria que massa habitual el que exposa. Tard o d'hora, qualsevol mitjà de comunicació, forma part ja d'algún grup de comunicació que representa uns interesos i ja de per sí una linia editorial, és per tant difícil mantenir-se independent en allò que vagi en contra dels interesos del qui et paga. L'exemple del pare del periodisme groc, William Randolph Hearts, és molt vigent aquí a Espanya desde fa uns quants anys, amb l'irrupció del Mundo, la COPE o mitjans com aquests, en que ells mateixos creen la notícia, s'inventen els arguments i l'exposen, això sí sempre d'acord amb els designis que el PJ o en Jiménez los Santos, han marcat previament. Salut i €.
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